Los labios, junto con el rostro, forman parte de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo. Al situarse en la superficie de la cara, se exponen a todo tipo de agentes externos. El frío, el calor o los bruscos cambios de temperatura pueden deteriorar gravemente nuestros labios, causándoles heridas, malestar e incluso dolor. Por ello, su cuidado es muy importante, ya que no solo ayuda a proteger la zona dañada, sino también a prevenir este tipo de lesiones. En el mercado existen una infinidad de productos para tratar nuestros labios, sin embargo, hay numerosos remedios caseros, como los bálsamos naturales para labios, que además de ser económicos, no contienen compuestos químicos como el de laMalvaflor.
Bálsamo labial
Claves para cuidar tus labios
Hidratarlos: la deshidratación es una de los síntomas más frecuentes que sufren nuestros labios, producida tras la exposición al sol o al frío. Cuando esto ocurre, es necesario hidratarlos de nuevo, de manera que la sequedad y las posibles molestias desaparezcan. Para ello, podemos echar manos de distintos alimentos que encontramos con frecuencia en nuestra cocina. Por ejemplo, podemos hacer una crema con aceite de oliva y aguacate. Tras aplicarla sobre nuestros labios, tendremos que dejarla actuar unos 20 minutos.
Esta mezcla, además de hidratar nuestros labios, le dará suavidad. La manteca de karité, la miel o el aceite de almendras son también algunos de los productos caseros que mejor combaten la deshidratación de nuestros labios.
Beber mucha agua: el agua es una de las mejores maneras de hidratar nuestro cuerpo, por dentro y por fuera. En invierno, el consumo de agua nos resulta más difícil que en verano, pero si conseguimos injerir un litro y medio cada día ayudaremos a prevenir la sequedad en nuestros labios.
Exfoliación: aunque no es bueno abusar de los exfoliantes, ya que pueden eliminar la protección natural de nuestros labios, sí que es aconsejable exfoliarlos para combatir los síntomas de resequedad. La miel, mezclada con el azúcar, es uno de los exfoliantes naturales más eficaces. Eso sí, su aplicación debe hacerse con cuidado, ya que la piel de nuestros labios es especialmente sensible.
No morderlos: algunas personas tienen la costumbre de morderse los labios cuando, por ejemplo, se encuentran en situaciones de estrés o cuando estos están secos. Este hábito resulta perjudicial para su cuidado y puede debilitarlos todavía más.
Calmar el dolor: cuando exponemos nuestros labios al frío, con frecuencia solemos sentir dolor e incluso irritación. Para calmar está molesta sensación, el aloe vera se convierte en nuestro mejor aliado. Además de calmar el dolor, esta planta tiene propiedades antibacterianas que ayudan también a repararlos cuando están agrietados. Para ello, basta con aplicar sobre nuestros labios un trocito de pulpa, dejándolo actuar durante al menos unos minutos.
No mojarlos: muchas personas tienen la tendencia de humedecer los labios con la lengua cuando sienten que estos están secos o deshidratados. Esta costumbre es particularmente dañina para nuestros labios cuando nos encontramos en espacios exteriores y a bajas temperaturas. Si tenemos este hábito, lo mejor será llevar con nosotros cualquier bálsamo natural para sentir que nuestros labios están continuamente hidratados y no tener la tentación de humedecerlos.